Freelance vs. Empleado: Pros y contras
Cuando uno se encuentra en plena búsqueda laboral, a menudo se pregunta si es más beneficioso ofrecer servicios como freelance o un empleado.
Pero, ¿cuáles son las diferencias de estas formas de trabajo?
Te invitamos a seguir leyendo para entender qué abarca cada modalidad y cuáles son sus ventajas y contras a la hora de trabajar.
¿Qué es un trabajador freelance?
Cuando hablamos de freelance, nos referimos a aquella persona que ofrece sus servicios de manera independiente a empresas y/o particulares, organizando su forma de trabajar y horarios de manera individual.
No se debe contar con estudios concretos, basta con tener una habilidad que pueda ofrecerse como servicio y sea atractiva para los clientes.
Beneficios de trabajar como freelance
Entre las ventajas más destacadas de ser freelancer, se encuentra la libertad y autonomía para el desempeño de las actividades. Pero, además, existen algunos otros beneficios, tales como:
- Los trabajadores independientes perciben los frutos de su trabajo, facturando por producto o servicio.
- Los ingresos no se limitan a una cantidad fija cada mes.
- Los horarios son flexibles y se establece el espacio de trabajo donde sea.
- Incrementa la satisfacción al alcanzar un objetivo personal.
Pero como todo, trabajar como freelancer, también tiene sus desventajas o retos:
- Tiene menos seguridad que un empleado.
- La estabilidad financiera está sujeta al número de clientes.
- Es necesario aprender a gestionar el tiempo.
- La seguridad social no está subsidiada por una empresa.
¿Qué es un empleado?
Legalmente, un trabajador es aquel que de forma voluntaria presta sus servicios a una empresa, bajo los medios y organización de esta y a cambio de un salario.
Esta relación laboral queda reflejada por un contrato firmado donde se incluyen las condiciones laborales, como horario, remuneración o vacaciones.
Beneficios de ser empleado
En general, la ventaja más grande de ser empleado es la estabilidad, además de:
- Tener un ingreso mensual fijo por mes.
- Trabajo definido desde el inicio y determinado por la especialidad.
- Seguridad social subsidiada por la empresa.
También, existen algunas contras de esta modalidad y te las contamos aquí:
- A menudo las organizaciones limitan a los empleados a ejercer su profesión solamente para la institución.
- Normalmente los contratos obligan a los trabajadores a cumplir con horarios preestablecidos, y con políticas como códigos de conducta y vestimenta.
- En lo económico, el trabajador sólo tendrá acceso a su salario.
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